Al SEÑOR he puesto continuamente delante de mí; Porque está a mi diestra, permaneceré firme. (Salmos 16:8)
Prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:14)
Con el tiempo y la experiencia he aprendido que si uno se dejara abrumar por la magnitud o complejidad de una visión, nunca la emprendería. Mientras una visión personal se mantiene en la mente como una mole sin forma, sin ser dividida en las partes que la componen, parece imposible de emprender. Hay que acometer una pieza a la vez, un día a la vez. Hay que plasmarla sobre el papel, ir haciendo acción por acción, componente por componente, hasta que se convierta en algo factible, familiar, reducido a la escala de la iniciativa humana.
Una visión tiene que convertirse en un proyecto. Un proyecto tiene que verterse en un diseño. Un diseño tiene que dividirse en las múltiples secciones que lo componen. Esas secciones, a su vez, tienen que ejecutarse una a una en el terreno del tiempo y el espacio. Esas ejecuciones, juntas, mantenidas en armonía por la fidelidad a la visión original, se tornarán finalmente en una victoria admirable, un logro más que, al concluirse, habrá enriquecido nuestra vida, fortalecido nuestro ser interior e iluminado el mundo alrededor de nosotros.
Alguien preguntó: “¿Cómo se come un elefante”? A lo cual una persona muy sabia respondió:
“¡Una mordida a la vez!” Nunca te dejes abrumar por la magnitud de una tarea. No te dejes desalentar por todo el tiempo que se pueda tomar, o por lo insignificante de tus recursos actuales. Desmontala en sus partes constituyentes. Forjate un plan de acción para cada uno de esos componentes. Mantente enyugado a la visión día tras día, y ve transmitiendo el sueño a la dimensión del tiempo y el espacio, como una disciplinada hormiguita construyendo su terrón, hasta que lo veas levantarse como un monumento a tu disciplina y persistencia. Te sorprenderás de cómo el mundo y las circunstancias se van alineando gradualmente a tu visión, poniéndose respetuosamente a un lado para abrirte paso y aún para respaldarte.
¿No saben que los que corren en el estadio, todos en verdad corren, pero sólo uno obtiene el premio? Corran de tal modo que ganen. (1 Corintios 9:24)
NO es lo que hagas sino cómo lo hagas, una vida sin visión o proyecto, es como un barco sin timón
Y después de que hayan sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que los llamó a Su gloria eterna en Cristo, Él mismo los perfeccionará, afirmará, fortalecerá, y establecerá. (1 Pedro 5:10)
Vienen tiempos del establecimiento del Señor en tu vida, pero debes mantener tus ojos y oídos espirituales prestos a oír la voz de Dios, entender que tus planes y proyectos deben ir alineados a la voluntad de Dios, la cual es buena agradable y perfecta
Al vencedor, le concederé sentarse conmigo en Mi trono, como yo también vencí y me senté con Mi Padre en Su trono. (Apocalipsis 3:21)
La palabra vencer al conceptualizarla es lograr superar un obstáculo, un reto, un problema, significa un logro, vencedor (éxito, ganador, triunfador) que nos permitirá así como Jesús sentarnos con el Señor, la palabra es clara, significa que lo que vivimos en la carne es parte del proyecto para ir camino a la perfección en Cristo Jesus.
Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a Su propósito. (Romanos 8:28)
Claro está simple y preciso:
CLAVES
1.- VISION O PROYECTO
2.- EJECUCIÓN (CAMINAR EN FUNCIÓN DE ESE PROYECTO O VISIÓN)
3.-PRODUCIRÁ CAMBIOS EN EL AMBIENTE ESPIRITUAL Y PERMITE LA ALINEACIÓN DE TODAS LAS COSAS AL PROPÓSITO DIVINO.
4.-VENCER
5.- PREMIO, EXITO CUMPLIMIENTO DEL LLAMADO.
Esto es una píldora 💊 así que léelo cuantas veces sea necesario para que sigas las instrucciones del SEÑOR.
Dios te bendiga🙌🏼
By Maggly Barreto
La Captus